Exodo 28-29; Hechos 7
"Y las vestiduras santas, que son de Aarón, serán de sus hijos después de él, para ser ungidos en ellas, y para ser en ellas consagrados". Exodo 29:29
Tanto las bendiciones como las maldiciones van de generación a generación; nuestra obediencia o desobediencia abrirá su propio camino y somos responsables de los que vienen detrás nuestro por eso una vida consagrada a Dios, separada y pura es la respuesta a toda maldición que quiera tocar nuestra vida, tenemos el arma mas poderosa contra ellas y se llama la sangre de Jesus, El pago un gran precio en la cruz para que pudiéramos acceder al poder que hay en su sangre a través de nuestra fe y de esta manera romper con maldiciones generacionales que pueden ser enfermedades, pobreza, falta de comunicación, ira, suicidios, muertes prematuras, abortos, divorcios y la lista sigue. La mentira mas grande que ofrece satanás a través de la mente humana es creer que nada de esto tiene solución, como te diría un Medico, en lo natural, tu enfermedad es genética y no se quitara; Dios nos dio la solución a nuestra condición espiritual a través de Jesus ya que el se hizo maldición al haber muerto en un madero. Hoy Dios toco mucho mi corazón al llevarme por estas escrituras mostrándome todo el proceso que en los tiempos de Moises y Aron tenia que pasar un sacerdote y representaba un proceso de entrega, compromiso, dedicación para estar aprobado por Dios; de esta manera presentar sacrificios, ofrendas y holocaustos a El por los pecados del pueblo, actualmente hay un llamado de parte de Dios a que se levante una generación de sacerdotes que santifique sus futuras generaciones dejando sus vestiduras como legado; es necesario sentir la urgencia y el compromiso que Dios hoy nos demanda para cumplir con su voluntad. Dios nos ha llamado en el nuevo testamente Reyes y Sacerdotes
"y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios y su Padre; a Él sea la gloria y el poder por siempre jamás. Amén. Apocalipsis 1:6. Hoy podemos acceder a ese poder y desde el trono de gracia gobernar y ejercer dominio sobre nuestras futuras generaciones. Es tiempo de pararnos en la brecha (orar, interceder, ayunar, ofrendar) y reconocer que en la sangre de Jesus hay un poder santo que va mas allá de lo que podemos imaginar. Dios hoy nos pone nuevas vestiduras que pasaran de Generación a Generación.
Hablemos con Dios
Éxodo 28-29; Hechos 7 a ti deseando ser libre de toda maldición generacional que ha tocado mi vida por pecados de mis antepasados o por accesos legales que le he dado al enemigo hoy te pido me liberes y declaro la Sangre de Cristo sobre mi vida que es poderosa par quebrantar toda maldición e iniquidad lávame, límpiame y equípame como Sacerdote tuyo para liberar mis futuras generaciones y que ellas puedan ser Generaciones Justas ante ti. Hoy recibo libertad de toda opresión que ha querido tocar mi vida y la de mis hijos y se que nunca volverá. Gracias porque mi familia y yo te serviremos. Te amo
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