Salmo 43
Júzgame, oh Dios, y defiende mi causa; Líbrame de gente impía, y del hombre engañoso e inicuo. Tú eres el Dios de mi fortaleza, ¿por qué me has desechado? ¿Por qué andaré enlutado por la opresión del enemigo? Envía tu luz y tu verdad; estas me guiarán; Me conducirán a tu santo monte, Y a tus moradas. Entraré al altar de Dios, Al Dios de mi alegría y de mi gozo; Y te alabaré con arpa, oh Dios, Dios mío. ¿Por qué te abates, oh alma mía, Y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío.
Salmos 43:1-5 RVR1960
Hay momentos dónde necesitamos que Dios envie su luz y su verdad para ver en qué dirección vamos.
Salmos 119: 105 dice que su palabra es Lámpara es a mis pies Y lumbrera a mi camino.
Su palabra guía nuestros pasos y no deja que nos alejemos ni a la derecha ni a la izquierda de su voluntad.
Muchas personas se apartan de Dios porque no conocen la verdad, han conocido a Dios superficialmente pero su palabra no ha sido revelado en todas las áreas.
Sansón era un hombre separado desde el vientre de su madre. Dios les dió dirección a sus padres, antes de su nacimiento, de como el debía ser apartado: no debia comer ciertos alimentos, no debia tocar ciertas cosas y nunca debía cortarse su pelo. Dios había elegido a Sansón para una asignación específica y le dió una fuerza sobrenatural para llevarla acabo. El amaba a Dios, tenía dones, creció al lado de padres que lo cuidaron y le enseñaron todo lo que necesitaba para cumplir su llamado. Sansón podía, sin la ayuda de nadie, matar un ejército entero y defender al pueblo de Dios solo con el poder de su propia fuerza. Poco a poco en pequeños actos de desobediencia y tomando decisiones incorrectas su corazón se empezó a alejar de Dios. Pronto llegaron personas y situaciones a su vida para tentarlo y quitarle los regalos que Dios le había dado y removerlo de su asignación en la tierra. Ya la fuerza importante de Sansón que venía de la presencia de Dios por medio de su obediencia se había debilitado. Un día cayó en tentación se dejó vencer por una mujer y ese día la fuerza física con que llevaba a cabo su llamado fue removida. La desobediencia lo llevo a perder el regalo de Dios!
Sansón y David amaban y creian en Dios pero pequeños actos de desobediencia debilitaron su fe y experimentaron la necesidad de la luz y la verdad de Dios que los guiará a su presencia. Tu puedes estar experimentando momentos parecidos dónde sientes que has fallado o que tu debilidad oscureció el camino.
Los enemigos de Sansón lo llevaron esclavo, le quitaron la vista, la visión que Dios le había dado, cortaron su cabello, dónde radicaba el secreto de su fuerza. Un día Sansón clamo a Dios, El le escucho; la luz y la verdad de Dios se manifestaron dandole otra oportunidad de cumplir su llamado, recibiendo una visitación de la misericordia de Dios en el último momento de su vida.
Tenemos esperanza! Siempre estara disponible la luz y la verdad de Dios para que alumbre nuestro camino, sea revelada dónde tenemos necesidad y nos dirija al lugar de su presencia. Seamos llenos de su amor que cubre multitud de pecados.
Oremos con el salmo 43
Señor, en este día además de admirar Tu luz y verdad queremos voluntariamente someter nuestra vida a ellas y que sean nuestra guía y dirección. Que cada decisión que de hoy en adelante tomemos estén respaldadas por tu palabra y por tu voluntad.
Te pidimos perdón por pequeños actos de desobediencia que nos estén apartando de tu corazón. Hoy nos arrepentimos por toda naturaleza que no es la tuya y renunciamos a toda sabiduría de hombre, carnal, terrenal y diabólica; queremos tu sabiduría que viene del cielo que es, ante todo, pura, pacífica, considerada y flexible y no tiene hipocresía. Además siempre es compasiva y produce una cosecha de bondad; es justa y sincera. Ayúdanos a sembrar paz en la tierra para tener una cosecha de justicia en nuestra vida, familias, negocios, trabajos, iglesias, naciones.
Llévanos a tu santo templo, al lugar de tus moradas donde tú habitas. Que podamos encontrarnos contigo cada día para ser como tú, escuchar tu vos y obedecrla. Tu eres el camino, la verdad y la vida. Tu eres la luz y la salvación. Tu eres nuestra torre fuerte y nuestra esperanza. Tu eres un escudo de amor al rededor de nosotros.
Nuestra alma descansa en ti porque tu eres nuestra ayuda y nuestra esperanza.
Te amamos!
Amen.
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