Todo enemigo fue derrotado y todo plan fue derribado!
”Oh Dios, ¿por qué nos has rechazado tanto tiempo? ¿Por qué es tan intensa tu ira contra las ovejas de tu propia manada? Recuerda que somos el pueblo que elegiste hace tanto tiempo, ¡la tribu a la cual redimiste como tu posesión más preciada! Y acuérdate de Jerusalén, tu hogar aquí en la tierra. Camina por las espantosas ruinas de la ciudad; mira cómo el enemigo ha destruido tu santuario. Allí tus enemigos dieron gritos victoriosos de guerra; allí levantaron sus estandartes de batalla. Blandieron sus hachas como leñadores en el bosque. Con hachas y picos, destrozaron los paneles tallados. Redujeron tu santuario a cenizas; profanaron el lugar que lleva tu nombre. Luego pensaron: «¡Destruyamos todo!». Entonces quemaron por completo todos los lugares de adoración a Dios. Ya no vemos tus señales milagrosas; ya no hay más profetas, y nadie puede decirnos cuándo acabará todo esto. ¿Hasta cuándo, oh Dios, dejarás que tus enemigos te insulten? ¿Permitirás que deshonren tu nombre para siempre? ¿Por qué contienes tu fuerte brazo derecho? Descarga tu poderoso puño y destrúyelos. Tú, oh Dios, eres mi rey desde hace siglos; traes salvación a la tierra. Dividiste el mar con tu fuerza y les rompiste la cabeza a los monstruos marinos. Aplastaste las cabezas del Leviatán y dejaste que se lo comieran los animales del desierto. Hiciste que brotaran los manantiales y los arroyos, y secaste ríos que jamás se secan. Tanto el día como la noche te pertenecen; tú creaste el sol y la luz de las estrellas. Estableciste los límites de la tierra e hiciste el verano, así como el invierno. Mira cómo te insultan estos enemigos, Señor; una nación insensata ha deshonrado tu nombre. No permitas que estas bestias salvajes destruyan a tus tórtolas; no te olvides para siempre de tu pueblo dolido. Recuerda las promesas de tu pacto, ¡porque la tierra está llena de oscuridad y violencia! No permitas que humillen otra vez a los oprimidos; en cambio, deja que el pobre y el necesitado alaben tu nombre. Levántate, oh Dios, y defiende tu causa; recuerda cómo te insultan estos necios todo el día. No pases por alto lo que han dicho tus enemigos ni su creciente alboroto.“
Salmos 74:1-23 NTV
En medio de la angustia Dios es Todopoderoso y es quien nos defiende de nuestros enemigos porque nuestra guerra no es con las personas sino con espíritus demoniacos.
Si Dios dividió el mar con su poder , quebranto cabezas de moustros en las aguas, aplastó la cabeza de leviatan, abrió y tambien seco fuentes y rios; establecio la luna y el sol; fijo todos los terminos de la tierra; formo el verano y el invierno que no podra hacer por ti y por mi si tenemos un corazon rendido a El lleno de fe!
Debemos tomar tiempo para alinear nuestro corazon porque estamos en medio de una guerra espiritual y los primeros que caen son los debiles en la fe, los que tienen grietas en el corazon, los incostanten, los que no han conocido el verdadero amor de Dios y estan en busca de fasos amores.
Estamos viviendo tiempos donde los enemigos espirituales asechan nuestra alma para que nos alejemos de la verdad y renunciemos a nuestro llamado.
Te animo a que busques al Señor, te arrepientas de tus pecados, y que ese arrepentimiento traiga frutos de justicia lo que quiere decir un cambio genuino, porque no podemos jugar con el regalo mas precioso que Dios nos dio cuando murio Jesus en la Cruz; la salvacion tuvo un precio muy alto para que no lo valoremos y ni le demos la importancia que merece.
Sacudete del pasado, del pecado, de la incredulidad, la duda, el miedo, la preocupación , el afán y toma tiempo para estar con quien te amo hasta la muerte, para adorarlo, para leer la palabra, para orar por otros para expendir su reino poniendo orden donde hay desorden y supliendo necesidades en otros; mientras das te llenas; cuando entregas se va el vacio que solo Jesus puede llenar.
Que el ocupe el lugar mas importante de tu corazon, que el sea el Rey y Señor de tu vida que el gobierne tus pensamientos, tus emociones, tus decisiones que no haya nada mas importante que El y veras como El pelea por ti y libra cada batalla.
Jesus es tu defensor!!
Oremos:
Jesus hoy venimos a alinear nuestro corazón contigo, con tu palabra, con tu voluntad; solo en ti hayamos descanso para nuestras almas, solo en ti encontramos la Confianza para continuar avanzando hacia tus propositos. Gracias por recordarnos lo poderoso que eres y por darnos revelacion del conocimiento de ti a traves de este salmo!
Gracias porque nuestros enemigos fueron derrotados en la Cruz y hoy venimos a ese lugar de intercambio a rendirte todo lo que hoy somos a pedirte perdon por nuestras fallas, nuestras debilidades, pecados sánanos para sanar; liberanos para liberar; permitenos verte para que muchos puedan verte. Sana nuestro corazon agrrietado; sana nuestra tierra que esta sedienta de ti. Hazlo nuevamente, has correr aguas en el desierto y arrollos en la tierra seca.
Te amamos
Amen
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