Salmo 29
Ustedes, que en el cielo están al servicio de Dios, denle la honra que merece, reconozcan su poder y adórenlo en su hermoso templo. La voz de nuestro Dios, Dios de la gloria , retumba como el trueno sobre los grandes océanos. La voz de nuestro Dios retumba con fuerza; la voz de nuestro Dios retumba con poder. La voz de nuestro Dios derriba los cedros; nuestro Dios derriba los cedros del Líbano. A los montes Líbano y Hermón los hace saltar como terneros, ¡como si fueran toros salvajes! La voz de nuestro Dios lanza llamas de fuego; la voz de Dios sacude el desierto; ¡nuestro Dios sacude el desierto de Cadés! La voz de Dios retuerce los robles y deja sin árboles los bosques. Nuestro Dios es el rey de las lluvias; él se sienta en su trono para reinar por siempre. En su templo todos lo alaban, y desde allí le pedimos que nos llene de fuerzas y nos bendiga con su paz.
Salmos 29:1-11 TLA
En este salmo se repite "la vos de Dios" 7 veces, el número de Dios y representa su perfección y su totalidad. Su vos es tan poderosa como un rayo y tan impactante como llamas de fuego, tan potente para destruir el más fuerte árbol, al mismo tiempo tan dulce, amorosa, llena de misericordia para crearnos y darnos propósito.
Sus palabras tienen el mismo poder que su vos y en su vos El nos hace uno con El, cuando podemos escucharlo, obedecerlo, caminamos en su voluntad que es buena, agradable y perfecta. El nos creo para alcanzar la plenitud por medio de Jesús quien es la palabra viva. En El todos somos uno, un solo cuerpo! Por Jesús recibimos esa unidad para nuestro matrimonio, familia y dónde sea que la necesitemos.
Su vos y sus palabras tienen el poder para crear y destruir; hemos sido hechos a su imagen y semejanza, teniendo esto presente, debemos ser concientes que todo lo que somos y vivimos es producto de nuestras palabras, las palabras de otros o la palabra de Dios. Cuando entendemos el poder de nuestra vos y nuestras palabras tenemos que hacer el trabajo de alinearlas a la palabra de Dios y a su espíritu, para poder remover todo lo que se ha hablado sobre nosotros y aún lo que hemos hablado mismos, que no es la voluntad de Dios. Muchas personas viven en pobreza, depresión, destrucción, enfermedad, porque sus palabras y las de otros han tenido influencia en ellos. Debemos darle la importancia a nuestra vos y a nuestras palabras como Dios se la da. Si te quejas todo el tiempo, maldices, críticas, hablas mal de otros, juzgas, están usando el poder que hay en tu boca para destrucción y todo lo que siembras incluyendo tus palabras lo vas a recoger para tu propia vida. Usa tu vos para bendecir, para orar, para declarar la palabra de Dios y sus promesas sobre tu vida y tus generaciones, para arrancar maldiciones, iniquidades ( que son pensamientos corruptos, intenciones equivocadas, que han venido de generación en generación) No dejes que todo esto dañe el diseño de Dios para tu vida. Se conciente de tu vos y de tus palabras, usarlas con sabiduría.
Oremos con el salmo 29
Señor reconocemos el poder que hay en tu vos. Venimos a ti pidiendo nos limpies con tu sangre nuestra alma, cuerpo y espíritu. Que seamos purificados y justificados para poder escuchar claramente tu vos, señor manifiesta tu voluntad a nuestra vida que todo lo que ha venido torcido de generación en generación en nuestras familias, naciones sea removido a traves de nuestra oración. Hoy renunciamos a la iniquidad: a cada pensamiento que no viene de ti y carga destrucción, pecado, hoy renunciamos a toda intención de nuestro corazón que este desalineada a ti. Renunciamos y te pedimos perdón por cada pecado que nuestros antepasados cometieron que llenaron nuestra tierra de cardos y espinos, removemos la maldición generacional de enfermedad, idolatría, corrupción, engaño, muerte ( toma un tiempo para pensar en lo que sea que se ha repetido en tu familia, nación que esté afectando tu vida) sabemos que tu vos es poderosa para destruir toda maldición y tu sangre lo que nos ha redimido de ella.
Hoy oramos que tu vos retumbe sobre la profundidad de nuestra vida como lo hace en los océanos. Que tu vos retumbe con fuerza y poder removiendo todo lo que no tiene que estar en nosotros y lo que no te agrada. Que tu vos derribe todo cedro en nuestra vida que impide que se cumpla tu palabra en nosotros. Que tu vos cómo fuego consuma todo lo que no te sirve. Que tu vos sacuda todo desierto y tribulación.
Señor tu eres el rey de las lluvias limpia nuestra vida con ellas. Tu estás sentado en su trono para reinar por siempre. En tu templo todos te alabamos, y desde allí te pedimos que nos llenes de fuerzas y nos bendigas con tu paz.
En el nombre de Jesús!
Amen.
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