Salmo 61
Oye, oh Dios, mi clamor; A mi oración atiende. Desde el cabo de la tierra clamaré a ti, cuando mi corazón desmayare. Llévame a la roca que es más alta que yo, Porque tú has sido mi refugio, Y torre fuerte delante del enemigo. Yo habitaré en tu tabernáculo para siempre; Estaré seguro bajo la cubierta de tus alas. Selah Porque tú, oh Dios, has oído mis votos; Me has dado la heredad de los que temen tu nombre. Días sobre días añadirás al rey; Sus años serán como generación y generación. Estará para siempre delante de Dios; Prepara misericordia y verdad para que lo conserven. Así cantaré tu nombre para siempre, Pagando mis votos cada día.
Salmos 61:1-8 RVR1960
El pueblo de Dios camino por el desierto 40 años después de salir de Egipto, en ese tiempo fueron sustentados con mana del cielo y la presencia de Dios en forma de nube los seguía de Día y de noche en forma de fuego. Dice 1 Corintios 10 que todos comieron el mismo alimento espíritual y menciona algo muy relevante en el versículo 4 y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo.
Jesús estaba con el pueblo de Dios sustentandolos, guardandolos, llenandolos de su presencia para ser fortalecidos en los tiempos de desierto. Lo mismo hace El contigo cuando te rindes a Dios; suplirá tus necesidades, responderá tus oraciones. Dios fue quien proveyó alimento espiritual y material en el desierto.
1 Corintios 10 continua hablando de 4 cosas que fueron tropiezo para muchos y por su desobediencia hubo consecuencias muy duras:
1. Idolatría: Un ídolo puede ser una persona, un lugar, una cosa, una imagen que ocupe el lugar de Dios en tu vida. Solo Jesús debe tener el primer lugar en nuestro corazón. 1corintios 10:7
2. Tampoco debemos tener relaciones sexuales prohibidas, como lo hicieron algunos de ellos. ¡Por eso, en un solo día murieron veintitrés mil! 1 Corintios 10:8
3. No tratemos de ver cuánto podemos pecar sin que Cristo nos castigue. Algunos del pueblo lo hicieron, y murieron mordidos por serpientes. 1Corintios 10:9
4. Tampoco debemos quejarnos, murmurar, como algunos de ellos lo hicieron. Por eso el ángel de la muerte los mató. 1Corintios 10:10
Por eso, que nadie se sienta seguro de que no va a pecar, pues puede ser el primero en hacerlo. Ustedes no han pasado por ninguna tentación que otros no hayan tenido. Y pueden confiar en Dios, pues él no va a permitir que sufran más tentaciones de las que pueden soportar. Además, cuando vengan las tentaciones, Dios mismo les mostrará cómo vencerlas, y así podrán resistir.
1 Corintios 10:12-13 TLA
Necesitamos depender de Dios completamente, David es un buen ejemplo, sin haber visto personalmente a Jesús lo conocía sabía que él era la roca más alta y su torre fuerte.
Debemos refugiarnos en su presencia para que cuando llegue la tentación estemos firmes de no caer. Todos fallamos, el problema de mucho es no reconocer su debilidad ante Dios teniendo el camino disponible que es Jesús para ser perdonados de todo pecado, falla y pasado. No hay lugar para la culpa, la duda, la condenación y el temor cuando Jesús ya pagó por todo en la Cruz y nos dejó su divina gracia no para pecar deliberadamente sino para tener la certeza que cuando fallemos nos encontraremos en sus brazos de amor para ser perdonados.
Oremos con el salmo 6
Señor oye nuestro clamor y oración. Llévanos a la roca que es más alta que nosotros que es Jesús que podamos ser sustentados por tu alimento espiritual, por el agua que sale de ti que es agua de vida eterna. Tú has sido nuestro refugio, Y torre fuerte delante del enemigo, en pruebas, desiertos, tribulaciones, enfermedad, muerte. Tu nos has consolado, nos has fortalecido, has peleado por nosotros y has vencido. Hoy renunciamos a todo pecado que impida recibir tu bendición, le quitamos el lugar a todo ídolo de nuestra vida que ocupe tu lugar y nos quite la mirada de ti, renunciamos a todo lo que sea ilegal en nuestras vidas (si hay pecados sexuales entregarle esa área al señor y recibe su gracia para apartarte de ellos renuncia en en vos audible) arranca la maldición del pecado e iniquidad de nuestra tierra, de nuestras generaciones pasadas y futuras, de nuestra nación, de tu iglesia. Que toda serpiente que este al asecho para engañar y destruir sea quemada en tu presencia y por nuestro arrepentimiento. Renunciamos a toda queja y murmuración no permitas que el ángel de la muerte alcance nuestro hogar. Ayúdanos a pasar por encima de la tentación. Sabemos que tu no permites mayor tentación de la que podamos soportar. Revelamos estrategias para vencerlas y regalamos tu gracia donde seamos débiles para poder ser libres.
Habitaremos en el tabernáculo de tu presencia para siempre; Estarémos seguros bajo la cubierta de tus alas. Porque tú, oh Dios has escuchado nuestras oraciones y conoces el compromiso de nuestro corazón.
Te amamos.
Amen!
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