El Jardín Temporada # 1 (Salmos 1-69)

El jardín es una serie del libro de los Salmos que nos llevará a retomar el lugar donde empezó nuestra relación con Dios o donde empezará si aún no la tienes; es un lugar que te conecta a la dimensión del cielo "la fé". Allí todo es posible, donde los límites, las montañas y las tormentas se convierten en desafíos para fortalecerte, madurararte y hacerte victorioso. En este lugar de paz y felicidad eres amado y valioso; al permanecer crecerás en el conocimiento de Dios y conocerás la verdad que te  hará libre. Cuando Jesús entra a tu vida  toda área de oscuridad, desconocimiento, ceguera, quebranto o dolor desaparece. Los Salmos son hermosos por lo profundos y llenos de intimidad con el Señor nos inspiran a sumergirnos más en la presencia de Dios y a fortalecer nuestra oración e intercesión!

La luz es fundamental para que las flores en un jardín no mueran. De la misma manera necesitamos que la fé viva y se fortalezca al escuchar la palabra de Dios.

Las flores son hermosas transmiten alegría y nos permiten expresar diferentes sentimientos. En el jardín de Dios esas flores son tus oraciones, son el amor que tienes por Dios y el amor que El tiene por ti.

Cuando Adan y Eva desobedecieron a Dios fueron expulsados del Jardín, ya no tenían una comunicación con Dios el pecado marchito cada flor. Pero Dios mostró su misericordia a través de Jesús quien muriendo, reconcilió al mundo con Dios.

Hoy tu jardín puede ser restaurado por Jesús y es tan simple como creerlo; El tiene la solución a cualquier problema que estés enfrentando, El es la respuesta a tu oración.

Dios te está regalando un jardín sino lo tienes, lo esta renovando si lo descuidaste y lo esta haciendo más grande si has sido fiel. No permitas que nada entre para dañarlo; cierrale la puerta a la duda, el temor, la preocupación, los malos pensamientos, las palabras negativas, los malos deseos, los motivos incorrectos y las mentiras; si llegaran a entrar para dañar tu jardín; recuerda que el amor de Dios es suficiente para perdonarte y es tan poderoso que vuelves a ser inocente y puro como si nunca hubieras pecado.

"En medio de todos nuestros problemas, estamos seguros de que Jesucristo, quien nos amó, nos dará la victoria total. Yo estoy seguro de que nada podrá separarnos del amor de Dios: ni la vida ni la muerte, ni los ángeles ni los espíritus, ni lo presente ni lo futuro, ni los poderes del cielo ni los del infierno , ni nada de lo creado por Dios. ¡Nada, absolutamente nada, podrá separarnos del amor que Dios nos ha mostrado por medio de nuestro Señor Jesucristo!" Romanos 8:37‭-‬39 TLA

Ahora comprométete con El a caminar en obediencia, a cuidar tu jardín para que el fruto del espíritu permanezca.

"Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. Gálatas 5:22‭, ‬24

Entra a la presencia de Dios por medio de Jesús; cierra la puerta de tu cuarto y ve a tu jardín, vuelve a tu primer amor y si aún no lo tienes abrele la puerta a Jesús El está tocando y llamando a tu corazón porque cada vacío que tienes sólo El lo puede llenar. Si ya tienes una relación con El llévala a otro nivel: quedate más tiempo disfrutando de tu jardín, escucha al que te ama incondicionalmente y El que desea que conozcas sus planes para ti; compartirte sus pensamientos como el mejor de los amigos, cuidarte como el mejor de los padres y proveerte como el mejor de los esposos.

Te invito a que oremos juntas:

Jesús restaura mi jardín, deseo tener un encuentro contigo, transforma mi manera de pensar, hablar y vivir ¡te necesito! ¡Lléname de Ti! enseñame como cuidar mi jardín. Edifica mi vida, no permitas que tome decisiones que no sean de acuerdo a tu voluntad. Libérame del temor, la culpa, el egoísmo y el orgullo que me aleja de Tu jardín y marchitan las flores que tu has puesto en él. Limpia mi corazón, remueve la maleza del engaño y toda contaminación que vino por lo que escuche, ví o hablé. Siembra en mi tus pensamientos, riegalos con con tu palabra, que sea un lugar donde de fruto apacible y generoso para otros. Señor que yo pueda florecer y tener la satisfaccion de ver florecer a quien tu has puesto cerca de mi, mediante tu amor que no es egoísta, ni orgulloso. Reconozco que muchas veces he estado cansada y fatigada, dame tu reposo, enséñame como tener un corazón manso y humilde. ¡Jesús quiero aprender de ti!