El cielo
- With Love BY Caro Bravo
- 17 abr 2021
- 4 Min. de lectura

Salmo 48
Grande es Jehová, y digno de ser en gran manera alabado En la ciudad de nuestro Dios, en su monte santo. Hermosa provincia, el gozo de toda la tierra, Es el monte de Sion, a los lados del norte, La ciudad del gran Rey. En sus palacios Dios es conocido por refugio. Porque he aquí los reyes de la tierra se reunieron; Pasaron todos. Y viéndola ellos así, se maravillaron, Se turbaron, se apresuraron a huir. Les tomó allí temblor; Dolor como de mujer que da a luz. Con viento solano Quiebras tú las naves de Tarsis. Como lo oímos, así lo hemos visto En la ciudad de Jehová de los ejércitos, en la ciudad de nuestro Dios; La afirmará Dios para siempre. Selah Nos acordamos de tu misericordia, oh Dios, En medio de tu templo. Conforme a tu nombre, oh Dios, Así es tu loor hasta los fines de la tierra; De justicia está llena tu diestra. Se alegrará el monte de Sion; Se gozarán las hijas de Judá Por tus juicios. Andad alrededor de Sion, y rodeadla; Contad sus torres. Considerad atentamente su antemuro, Mirad sus palacios; Para que lo contéis a la generación venidera. Porque este Dios es Dios nuestro eternamente y para siempre; Él nos guiará aun más allá de la muerte.
Salmos 48:1-14 RVR1960
Yo no puedo ir a ningún lugar sin un GPS, tengo que tener la dirección y seguir las indicaciones porque sino me pierdo, de la misma manera sucede con la palabra de Dios nos da la dirección de dónde debemos ir y podemos confiar que nos llevará siempre a la verdad.
Este salmo es muy profético y nos muestra como Dios reinará en la tierra y estará en su monte Santo, el monte de Sion sinónimo de la nueva Jerusalem o el Cielo. El cielo no es algo imaginario o algo perdido en el espacio, el cielo es un lugar maravilloso más real que nosotros mismos, el lugar donde pasarás tu eternidad. En la biblia tenemos una descripción bien detallada de este lugar que espera por nosotros y que un día bajara a la tierra y lo veremos con nuestros propios. Te recomiendo lo leas varias veces y le pidas al Espíritu Santo que te muestre, oro para que tus ojos sean abiertos y puedas verlo. Te comparto algunos versículos de Apocalipsis 21, te recomiendo lo leas completo.
Después vi un cielo nuevo y una tierra nueva, pues ya el primer cielo y la primera tierra habían dejado de existir, lo mismo que el mar. Vi también que la ciudad santa, la nueva Jerusalén, bajaba del cielo, donde vive Dios. La ciudad parecía una novia vestida para su boda, lista para encontrarse con su novio. Y oí que del trono salía una fuerte voz que decía: «Aquí es donde Dios vive con su pueblo. Dios vivirá con ellos, y ellos serán suyos para siempre. En efecto, Dios mismo será su único Dios. La presencia de Dios la hacía brillar, y su brillo era como el de una joya, como el de un diamante, transparente como el cristal. Y los doce portones eran doce perlas; cada portón estaba hecho de una sola perla. La calle principal de la ciudad estaba cubierta de un oro tan puro que brillaba como el vidrio transparente. En la ciudad no vi ningún templo, porque su templo es el Señor, el Dios todopoderoso, y también el Cordero. La ciudad no necesita que el sol o la luna la iluminen, porque el brillo de Dios la ilumina, y el Cordero es su lámpara. Gente de todos los países caminará a la luz que sale de la ciudad, y los reyes de la tierra le entregarán sus riquezas.
Apocalipsis 21:1-2-3, 11, 21-24 TLA
El salmo 48 dice que está ciudad será el gozo de toda la tierra. No habrá más sufrimiento, no habrá más enfermedad. Jesús vendrá a establecer un reinado sin guerras y sin muerte; establecerá su gobierno con justicia y misericordia el nos guiará más allá de la muerte. El será la palabra que alumbrará nuestro camino y nunca más habrá tristeza, dolor, sufrimiento el será nuestro refugio.
Celeste y Benja han tenido experiencias con el cielo y lo han visto como lo describe la palabra. Ora por tus hijos para que Dios les muestre el cielo, igualmente tu pídele a Dios que revele está palabra a tu corazón. Conocer el cielo nos da esperanza en tiempos difíciles, porque Dios pone una certeza en nuestro espíritu de lo real que es. Además es el lugar que Dios ha hecho para ti con tanto amor todo este tiempo.
Oremos con el salmo 48
Señor hoy venimos a ti primero que todo pidiéndote nos limpies con tu preciosa Sangre. Limpia nuestros ojos, oídos, boca, palabras, intenciones, motivaciones. Vuelve nuestro corazón como el de un niño puro y sincero queremos verte y admirar tus maravillas, queremos conocer lo que tu tienes preparado para nuestra eternidad. Revelamos el cielo, la nueva Jerusalen, tu monte Santo. Venga tu reino de justicia, paz y gozo hágase tu voluntad en nuestra tierra como es en el cielo. Que seamos uno contigo que seamos uno con el cielo. Abre nuestros ojos espirituales. Queremos conocerte más. Remueve toda oscuridad de nuestra vida que nos impide ver en el espíritu.
Oramos para que podamos crecer en sabiduría y conocimiento de ti que seamos llenos de la plenitud de tu presencia. Que tu palabra sea quien guíe nuestro camino y nos lleves a cumplir tu voluntad en la tierra. Señor limpia nuestra imaginación para ver los ríos de cristal, las puertas de perlas, tu monte Santo, tu trono, la luz que irradia tu rostro, el oro cristalino de lo que es hecha está hermosa cuidad dónde un día viviremos contigo. Que desde hoy podamos ocupar en el espíritu esos lugares celestiales donde tú nos has sentado, que podamos experimentar tu visitación. Oh señor que hermosa presencia tu derramas cuando oramos por el cielo tu te sientes tan feliz que nosotros queramos conocerlo. Lo has dado todo para que podamos estar en ese lugar. Escribe nuestros nombres en el libro de la vida y no los borres jamás. Jesús tu eres nuestro señor y Salvador.
Te amamos!
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