Salmo 58
Yo les pregunto, gobernantes, ¿de veras actúan con justicia? Y ustedes, hombres mortales, ¿son justos en sus juicios? ¡Al contrario! ¡Todo lo que piensan lleva malas intenciones! ¡Todo lo que hacen provoca violencia en el país! Los malvados ya son malos desde antes de nacer; desde que están en el vientre ya dicen mentiras. Son gente tan venenosa que hasta parecen víboras. Son venenosos como las cobras, que se hacen las sordas para no oír lo que dice el mago, el que hace encantamientos. Dios mío, ¡rómpele los dientes a esa gente!, ¡rómpeles los colmillos a esos leones! ¡Haz que desaparezcan como agua entre los dedos! ¡Haz que los pisoteen como a la hierba del camino! ¡Haz que se derritan como si fueran de hielo! ¡No los dejes venir al mundo! ¡Destrúyelos antes de nacer! Antes de que sepan lo que pasa, ¡hazlos que ardan como espinos! ¡Haz que el viento los arrastre, aunque todavía estén con vida! Tu pueblo verá el castigo que vas a darles, y se pondrá muy contento de poder empaparse los pies en la sangre de esos malvados. Y dirán hombres y mujeres: «¡Vale la pena que seamos el pueblo de Dios! ¡Hay en este mundo un Dios que hace justicia!»
Salmos 58:1-11 TLA
En medio de toda la maldad en que vivimos, este salmo nos recuerda que hay en este mundo un Dios que hace justicia.
Dios todo lo conoce y no hay nada en tu vida que Dios no lo sepa. El puede ver nuestros más íntimos pensamientos y todo lo que hacemos cuando nadie nos ve. El nos nos conoció desde el vientre de nuestra madre. Sabe cuándo nos levantamos y cuando nos acostamos. Tiene contado nuestros cabellos y sabe cuántas lágrimas hemos derramado.
En esta semana en un par de ocasiones el señor traía esta escritura a mi mente en sueños y en oración:
»Cuando yo, el Hijo del hombre , venga otra vez, la gente estará viviendo como en la época de Noé. En ese tiempo la gente seguía comiendo, bebiendo y casándose, hasta el momento mismo en que Noé entró en la casa flotante; y luego vino la inundación. La gente no sabía lo que pasaba, hasta el momento en que llegó el diluvio y todos se ahogaron. Algo así pasará cuando yo, el Hijo del hombre, venga otra vez. Por eso, estén siempre alerta, pues ustedes no saben el día en que yo, su Señor, vendré otra vez.
Mateo 24:37-39, 42 TLA
Estamos viviendo tiempos peligrosos dónde la maldad, corrupción, engaño, violencia, enfermedades, virus, pestilencias han aumentado sobrenatural mente. El ser humano fácilmente se adapta a toda situación e ignora la importancia de lo que está pasando. Necesitamos velar y orar como dice la palabra, ya no es una opción es una necesidad conocer la verdad y vivirla.
El cielo y la tierra dejarán de existir, pero mis palabras permanecerán para siempre. »¡Tengan cuidado! No pasen el tiempo pensando en banquetes y borracheras, ni en las muchas cosas que esta vida les ofrece. Porque el fin del mundo podría sorprenderlos en cualquier momento, y ustedes serán como un animal que, de pronto, se ve atrapado en una trampa. Por eso, estén siempre alerta. Oren en todo momento, para que puedan escapar de todas las cosas terribles que van a suceder. Así podrán estar conmigo, el Hijo del hombre .
Lucas 21:33-36 TLA
La palabra velar tiene el significado de "hacer guardia en la noche" y viene del latín vigilare = "vigilar" Tenemos que cambiar la perspectiva de lo que estamos viviendo naturalmente y obedecer lo que Dios nos está hablando en este tiempo. Una persona que vigila esta atenta a lo que pasa, cuida un territorio, avisa si ve algo. Tiene los ojos bien abiertos. Las señales las estamos viendo ahora tenemos que activar nuestros sentidos espirituales a través de la oración, de nuestra relación con Dios para ver decidir con sabiduría.
David describe un grupo de personas con un corazón incorrecto y muy alejado de Dios:
1. Todo lo que piensan lleva malas intenciones.
2. Todo lo que hacen provoca violencia.
3. Personas venenosas que usan su astucia para engañar.
Cuidemos nuestro corazón con lo que vemos, hablamos y escuchamos el tiempo que vivimos no es para perderlo en chismes, mentiras, engaños, robos y demás.
Gracias a la tecnología es facil conocer superficialmente a quién quieras. Muchos pierden su tiempo las redes sociales viendo la vida de otros, comparándose, viviendo de aparencias y su corazón lo han descuidado, se ha corrompido en silencio, les ha robado el tiempo con Dios. Ocupemonos de presentarle a Dios nuestra vida y nuestro corazón. Vivir una vida de arrepentimiento. Orando por otros, practicando la misericordia, paciencia. Usando nuestras palabras para bendecir.
Que seamos todo lo contrario a las personas que describe David en este salmo:
1. Pensemos en todo lo puro, verdadero, justo, bueno, amable y de buen nombre como lo dice filipenses 4:8
2. Que nuestras acciones reflejen humildad, paz, amor.
3. Que seamos mansos como las palomas pero astutos como las serpientes. No para engañar sino para movernos entre lobos. Mateo 10:16
4. Personas que disiernen, vigilan, oran ayunan. Que tienen hambre de la verdad.
Oremos con el salmo 58
Padre amado te amamos y reconocemos que tu eres quien obra justicia. Sabemos que nada de lo que está pasando en el mundo es ignorado por ti. Todo hace parte de tu perfecto plan para la humanidad. Te amamos. Hoy nos arrepentimos de nuestros pecados, de los pecados de nuestros familiares, iglesia y naciones. Perdona la violencia, la sangre derramada injustamente. Perdona las malas intenciones, los malos pensamientos, la astucia de la serpiente usada para el engaño, perdona la iniquidad. Sabemos que muchos ignoraron a Noe, sus advertencias sobre el juicio que venía a la tierra. Trae arrepentimiento, perdonanos Señor, sana la tierra. Ven pronto Jesús. Has justicia. Que los juicios que vienen a la tierra sean disernidos para arrepentimiento.
Anhelamos tener un corazón compasivo, misericordioso, humilde, sincero. Perdona la falsedad e hipocresía de esta generación. Perdona la vanidad y lo superficial. Abre nuestros ojos. Enséñanos a velar y orar continuamente. Que la noche nos tome listos llenos de tu presencia, justificados por tu muerte en la cruz. Que no ignoramos nunca lo hermoso que es tu nombre, el poder que carga, y lo santo que es.
Limpia nuestros labios, limpia nuestras palabras, limpia nuestros corazones, limpia nuestros oídos espirituales para que escuchemos claramente tu vos, tu dirección, tu voluntad y no ser engañados por nuestro humano corazón que siempre piensa que estamos bien, se escusa y se justifica. Para ti no hay nada como un corazón que llora en tu presencia y se humilla ante ti antes de ser humillado por los hombres.
Te amamos Jesús.
Ven pronto!
Amen
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