Salmo 52
¿Por qué te jactas de tus delitos, gran guerrero? ¿No te das cuenta de que la justicia de Dios permanece para siempre? Todo el día conspiras destrucción. Tu lengua es cortante como una navaja afilada; eres experto en decir mentiras. Amas el mal más que el bien y las mentiras más que la verdad. Interludio Te encanta destruir a la gente con tus palabras, ¡mentiroso! Pero Dios te herirá de muerte de una vez por todas; te sacará de tu casa y te desarraigará de la tierra de los vivientes. Interludio Los justos lo verán y se asombrarán; se reirán y dirán: «Miren lo que les pasa a los guerreros poderosos que no ponen su confianza en Dios, sino que confían en sus riquezas y se vuelven más y más atrevidos en su maldad». Pero yo soy como un olivo que florece en la casa de Dios y siempre confiaré en su amor inagotable. Te alabaré para siempre, oh Dios, por lo que has hecho. Confiaré en tu buen nombre en presencia de tu pueblo fiel.
Salmos 52:1-9 NTV
Los detalles de este salmo los vemos en 1 Samuel 21 y 22 dónde David escapando del Rey Saúl quien quería matarlo, acude al sacerdote Abimelec quien desconocía los problemas que ellos tenían y ayudo a David dandole de comer y entregándole la espada de Goliat. En este mismo lugar estaba Doeg el hombre de quién David habla en este salmo y sabia que David huia de Saúl. Este hombre dejo pasar días y encontró la oportunidad para contarle a Saúl como Abimelec ayudo a David. La historia termina muy mal Doeg mata a Abimelec y su familia, 85 personas entre ellos sacerdotes y sus familiares mueren. Una situación que entristece y enoja a David.
De este salmo podemos aprender varias cosas:
1. Cuidado con tus palabras: La lengua de Doeg causó una tragedia y sus palabras manipuladas consiguieron lo que en su interior deseaba. Tenemos que cuidar nuestro corazón, porque lo que abunda en el, sale por nuestra boca y después vivimos el fruto de esa palabras tanto de lo bueno como de lo malo.
Si te detienes a pensar muchas personas hoy están recogiendo cosecha de lo que han declarado.
2. Cuidado con la injusticia: Saúl y Doeg confiaban en su poder, autoridad y riquezas, creian que podían pasar por encima de Dios usando lo que tenían en sus manos para proceder con injusticia. Llenaron su corazón de maldad. Los celos, la envidia los llevaron a asesinar, a destruir una generación de sacerdotes. Por fuertes que parecieran a los ojos del mundo para Dios habían hecho algo muy grave. A Dios no le agrada la injusticia y el se encarga de tratar con quiénes se ensucian con ella. Debemos ser pacientes, una gran fortaleza que debemos cultivar es el esperar quietos en Dios. Es difícil para los que ponen su confianza en el poder o las riquezas y la confianza en Dios la desconocen porque su corazón corre peligro de pervertirse. Ten cuidado con las riquezas no pongas tu corazón en ellas. Que tu confianza este siempre en Dios.
3. Seamos como un olivo que florece:
Los olivos son árboles muy antiguos. Ellos tienen la capacidad de sobrevivir a situaciones extremas climáticas por qué sus raises son muy profundas. En su vejes tienen la capacidad de renovarse y seguir dando fruto, si llegarán a cortar su tronco seguirían saliendo retoños de el. En el olivo hay vida! Es un árbol muy productivo y usado desde la antigüedad como sustento económico, produciendo casi 57 litros de aceite de oliva por año. David se comparo con un árbol de olivo verde en la casa de Dios un lugar donde habita la presencia y la palabra del Señor que alimenta sus raíces. Está Descripción del árbol de olivo nos tiene que inspirar y ser un referente para nuestra vida. Que nuestros hijos y nuestras generaciones crezcan firmes en la fe gracias a las raíces de sus padres, líderes, pastores, maestros. Que cuando vengan las pruebas, tribulaciones, persecuciones nuestras raíces toleren esos tiempos de sequía y podamos permanecer dando fruto en nuestra área de influencia.
Oremos con el SALMO 52
Padre amado te damos gracias por tu palabra que es tan poderosa y todos los días nutre nuestras raíces y nos trae revelación de tu verdad y de tu voluntad. Ayúdanos a apartarnos de la maldad, de toda corrupción en nuestro corazón, arranca toda iniquidad que nos lleva a hacer lo malo, arranca toda maldición generacional que nos lleva a repetir lo que no queremos. Remueve toda raíz en nuestro interior que este torciendo nuestras intenciones, motivaciones, pensamientos.
Sabemos que tu amas la justicia te pedimos que remuevas toda injusticia de nuestra vida, corazón, de nuestra familia, de nuestras naciones, de nuestra tierra. Que tu Espíritu Santo traiga arrepentimiento en este tiempo a los corazones y la mirada vuelva a ti.
Limpia nuestras palabras limpia nuestros corazones dadnos conciencia de lo que hablamos y declaramos diariamente. Ayúdanos a estar fundados en tu palabra y declararla día y noche.
Que seamos como los árboles de olivo que extienden sus raíces y en tiempos de sequía confían en ti. Que cuando llegue el día malo tú seas quien nos sustenta como lo haces con los olivos. Que demos frutos. Plantamos en tu presencia. Que nuestras generaciones crezcan en la fe y vean un despertar en su espíritu que experimenten tu gran poder y amor inagotable.
Te amamos!
En el nombre de Jesús!
Amen.
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