Salmo 37
No te enojes por causa de los malvados, ni sientas envidia de los malhechores, pues son como la hierba que al cortarla pronto se seca. Tú debes confiar en Dios. Dedícate a hacer el bien, establécete en la tierra y mantente fiel a Dios. Entrégale a Dios tu amor, y él te dará lo que más deseas. Pon tu vida en sus manos, confía plenamente en él, y él actuará en tu favor; así todos verán con claridad que tú eres justo y recto. Calla en presencia de Dios, y espera paciente a que actúe; no te enojes por causa de los que prosperan ni por los que hacen planes malvados. No des lugar al enojo ni te dejes llevar por la ira; eso es lo peor que puedes hacer. Los malvados serán destruidos, pero los que esperan en Dios recibirán la tierra prometida. Dentro de poco no habrá malvados; podrás buscar y rebuscar, pero no encontrarás uno solo. En cambio, la gente humilde recibirá la tierra prometida y disfrutará de mucha paz. Los malvados, en su enojo, miran con rabia a los buenos y buscan hacerles mal; pero Dios se burla de ellos, pues sabe que pronto serán destruidos. Los malvados sacan la espada y preparan sus arcos y flechas para matar a la gente pobre, a los que viven honradamente. ¡Pero sus arcos y sus flechas quedarán hechos pedazos, y será su propia espada la que les parta el corazón! Más vale un pobre honrado que muchos ricos malvados. Dios pondrá fin al poder de los malvados, pero apoyará a los que son honrados. Dios conoce la conducta de los que viven honradamente; la tierra prometida será de ellos para siempre. Cuando lleguen los días malos no pasarán vergüenzas; cuando otros no tengan comida, a ellos les sobrará. Los malvados serán destruidos; ¡se desvanecerán como humo! Los enemigos de Dios se marchitarán como si fueran flores silvestres. Los malvados piden prestado y nunca pagan sus deudas, pero los justos prestan y dan con generosidad. Los que Dios ha bendecido vivirán en la tierra prometida, pero los que él ha maldecido serán eliminados. Cuando a Dios le agrada la conducta de un hombre, lo ayuda a mantenerse firme. Tal vez tenga tropiezos, pero no llegará a fracasar porque Dios le dará su apoyo. Ni antes cuando era joven, ni ahora que ya soy viejo, he visto jamás gente honrada viviendo en la miseria, ni tampoco que sus hijos anden pidiendo pan. Cuando la gente honrada regala algo, siempre lo hace con generosidad; sus hijos son una bendición. Así que aléjate de la maldad y haz siempre lo bueno, así te quedarás para siempre en la tierra prometida. Dios ama la justicia y jamás abandonará a su pueblo. ¡Siempre lo protegerá! Los suyos vivirán para siempre en la tierra prometida, pero los malvados y sus hijos serán destruidos por completo. Cuando los buenos hablan, lo hacen siempre con sabiduría , y siempre dicen lo que es justo. Siempre tienen presentes las enseñanzas de su Dios; por eso jamás tienen tropiezos. Los malvados espían a los buenos para matarlos cuando menos lo esperan, pero Dios no permite que caigan en sus manos; y si los llevan a juicio, no permite que los condenen. Pero tú, confía en Dios y cumple su voluntad. Él te pondrá muy en alto y te dará la tierra prometida. ¡Ya verás con tus propios ojos cuando los malvados sean destruidos! A mí me ha tocado ver a gente malvada y grosera, que se extiende por todos lados como si fuera un árbol frondoso. Pero esa gente pronto pasa; en un instante deja de existir; cuando la buscas, ya no la encuentras. Fíjate bien en la gente honrada, observa a los que hacen lo bueno; para esta gente de paz hay un futuro brillante, pero los pecadores serán todos destruidos; ¡el único futuro de los malvados es su total destrucción! Dios salva a los buenos. Cuando llegan los días malos, Dios es su único refugio. Dios les brinda su ayuda y los salva de los malvados; les da la victoria porque en él confían.
Salmos 37:1-40 TLA
Este salmo empieza con una frase que necesitamos prestarle mucha atención "No te enojes" la irá nos lleva por el camino equivocado. Aunque tengamos la razon de molestarnos deberia predominar en nuestras respuestas ante injusticias y desacuerdos: la amabiliadad, el amor, la humildad. Quiero hablarte de algo que te servirá como medidor de tu carácter: el fruto del espíritu, nueve características del Espíritu Santo: amor, paz, gozo, paciencia, fe, benignidad, bondad, humildad y dominio propio. Los encuentras en gálatas 5:22 -23. Cuando el fruto del espíritu no se refleja en nuestra vida hay otro tipo de fruto que debemos chequear el fruto de la carne voy a mencionarte algunos: irá, celos, peleas, envidia, enemistad, odio, egoísmo, orgullo infidelidad, vicios, malos pensamientos entre otros que puedes profundizar en
gálatas 5:19 -21.
Necesitamos purificar nuestros corazones, ayer el Señor me habló de esta palabra: "pureza" y no la podemos tener en nuestra vida sin la ayuda del Espíritu Santo, sin rendirnos completamente a su misericordia. El puede quebrarnos y volvernos a hacer como el mejor de los alfareros pero necesita tu disposición y que reconozcamos la necesidad que tenemos de El. Todos fallamos y lo seguiremos haciendo porque nuestra naturaleza es imperfecta para depender de un Dios perfecto.
Hoy quiero hablarte de algo que por años a sido el motor de mis oraciones y es el complemento perfecto y lo que ayudará a que El Espíritu Santo realice una obra purificadora en tu corazón, crezca el fruto del espíritu y sea removido el fruto de la carne. El ayuno una arma poderosa que traerá liberación, sanidad y te llevará a las profundidades de Dios dónde en nuestras fuerzas no podríamos hacerlo. Ayunar es literalmente dejar de comer, suprimir alimentos o suprimir una comida al día. Entregar un sacrificio a Dios, vencer tu carne y alimentarte en esos tiempos de la palabra de Dios y de su espíritu a través de la oracion. Ponte de acuerdo con Dios y hazlo regularmente, empieza a separar un día de tu semana que lo dedicaras a buscar más de El. Verás muy pronto como el fruto del Espíritu crece en tu vida. Recuerda esto que te diré a continuación: ese día de ayuno lo que sea que se manifieste del fruto de la carne es lo que Dios está removiendo de tu corazón! Serás transformado y verás tu relación con tu Padre Celestial ir a otro nivel.
Este salmo repite varias veces que heredaremos la tierra! Sabes porque? Porque nuestra vida no termina aquí cuando morimos, recién empieza. Este tiempo de vida vívelo como una preparación para la eternidad así perdonarás, vencerás el orgullo, la ofensa, serás paciente, hablaras bien a todos, extenderás el amor, buscarás la paz, seras misericordioso más fácilmente porque tu recompensa es eterna y todo lo que hagas hoy, aunque otros no lo vean, Dios te lo agradecerá personalmente en la era venidera!
" Buen siervo fiel en lo poco has sido fiel en lo mucho te pondré entra en el reposo del Señor" Mateo 25:23
Oremos con el salmo 37
Hermoso Señor hoy venimos a ti diciéndote que te amamos, que eres lo mejor que nos ha pasado en nuestra vida. Ayúdanos a vencer en nuestras vidas todo fruto de la.carne con que estemos batallando, todo lo que no podemos cambiar en nuestras fuerzas ayúdanos a vencerlo en ayuno y oración. Dadnos la.fuerza de voluntad, la capacidad de decisión para hacer del ayuno un estilo de Vida. Queremos crecer el fruto de tu espíritu, queremos ser cada día más como tú. Sabemos que tu te encargadas de cada corazón sobre la tierra y tratarlas con cada uno según tu voluntad y la disposición de ellos. Hoy reconocemos lo que dice tu palabra y lo creemos que a los humildes tu les darás la tierra prometida y los harás vivir en paz. Purifica nuestro corazones ayúdanos a tener uno como el tuyo mando y humilde. Señor que te agrade nuestra conducta porque aunque tropecemos tú nos ayudarás! Señor confiamos en ti y queremos cumplir tu voluntad en nuestra vida.
Dios tu amas la justicia y jamás abandonaras a los tuyos. ¡Siempre nos protegeras! Viviremos para siempre en la tierra prometida. Nuestra eternidad la queremos pasar contigo!
Que cuando lleguen los días malos, tú seas nuestro único refugio. Tu nos das tu ayuda y nos salvas de los malvados; nos das la victoria porque confiamos en ti!
Te amamos!
Amen.
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